Inspirada en el libro y en la película del mismo título, FNL está ambientada en una ciudad ficticia llamada Dillon, en el estado norteamericano de Texas. El protagonista de FNL es Eric Taylor, un entrenador que trabaja en un instituto estadounidense. Por supuesto, el deporte es el centro del argumento, pero la gran sorpresa de los programadores norteamericanos llegó al comprobar que los espectadores seguían más la serie por las intensas relaciones entre todos los personajes más que por el fútbol americano en si mismo.

A medida que Gran Bretaña se ve sacudida por inestables avances políticos, económicos y tecnológicos, los miembros de la familia Lyons convergen en una noche crucial en 2019. Durante los próximos 15 años, se exploran los giros inesperados de su vida cotidiana.

Una devota joven descubre que, por error, ha sido inseminada artificialmente. Cuando Jane Villanueva era una niña, su abuela le dejó claras dos cosas: las telenovelas son la mejor forma de entretenimiento y perder la virginidad es lo peor que le puede ocurrir a una mujer. A sus 23 años y en pleno Miami, Jane es una chica responsable y piadosa, emocionada con crear un futuro junto a un novio perfecto con el que, por supuesto, no mantiene relaciones. Pero todos sus planes se van al traste cuando es inseminada accidentalmente por el despiste de una ginecóloga que pasa una mala racha. Paradojas del destino, el esperma pertenece a Rafael, un antiguo amor platónico de Jane, ahora casado con una retorcida mujer y dueño del hotel donde ella trabaja. Jane se ve obligada entonces a cambiar radicalmente de perspectiva: ahora su vida es la mejor telenovela y ella es la protagonista.

Fox Mulder y Dana Scully son dos investigadores del FBI que investigan casos sin resolución ni explicación, ya sea por razones paranormales (espíritus, criaturas extrañas, aliens...) ya porque el gobierno se ha encargado de ocultar todo tipo de pruebas. Cuando Mulder tenía doce años, su hermana pequeña fue secuestrada por unos desconocidos, aunque él cree que, en realidad, fue abducida por extraterrestres. Tras acabar sus estudios en la universidad de Oxford, ingresó en la Academia de Quantico, donde se ganó el apodo de "siniestro".